Un nuevo comienzo (pte 1 de 2)

En el principio, la nada... dentro de la nada había un ser, diminuto para la inmensidad infinita de la nada, pero inmenso para nuestra existencia minúscula, un ser hermafrodita, un ser inmortal y poderoso, único.. su nombre es Madrepadre.

Madrepadre no conoce la soledad, porque no conoce la compañía, no conoce la satisfacción, porque nunca tuvo necesidad en su longeva existencia, simplemente existe en lo que se podría llamar una vida somnolienta, aunque vida no es el adjetivo correcto, ya que no hay muerte en la realidad de Madrepadre.

En ese letargo Madrepadre sueña... sueña con un mundo redondo, un mundo con cielos y mares que nunca se tocan, un mundo poblado con seres semejantes a el, pero a la vez distintos, tan distintos que solo en sueños se los hubiera imaginado. Este sueño emociono tanto a Madrepadre que despertó, y al abrir los ojos, a su lado vio un mundo redondo, distinto al que había soñado, este era un mundo árido, sin cielos ni mares, un mundo ajeno a la vida, y por primera vez, Madrepadre se sintió solo... y en la inmensidad de la nada, tomo una decisión, nunca antes lo había hecho, porque nunca antes había sentido nada, fue entonces que engendro a tres hijos, semejantes a Madrepadre pero a la vez distintos. Los llamo Sandalpon, Eus y Nera, dos varones y una mujer.

Ahora el amor que se tenían había eliminado para siempre la eterna rutina de la existencia solitaria. Madrepadre disfrutaba coexistir con sus hijos mientras todos descubrían nuevas sensaciones y emociones. Sus hijos, tan parecidos y tan distintos, no se conformaban con la inabarcable nada, a menudo suplicaban a Madrepadre que les relate los sueños que había tenido en el pasado, en especial aquel con el mundo de cielos y mares que nunca se tocan. Madrepadre estaba encantado de describirles al detalle que eran los cielos, como eran los mares, su disposición y su comportamiento, sus hijos escuchaban y miraban esa bola estéril que había surgido del sueño, haciéndose preguntas que no podían ser respondidas.

Sandalpon fue el que empezó, sin pedir ayuda ni consejo de los otros, se puso a trabajar sobre la esfera, haciéndola mas parecida al sueño de Madrepadre, comenzó por los cielos. El quería agradar a Madrepadre, pero mas quería impresionar a Nera, buscaba cualquier excusa para apartarla y acaparar toda su atención, competía incesantemente con Eus, parecía obsesionado con demostrar que era mejor, quería demostrarle a Nera que era superior, pensaba en ella mas que en los otros, no podía explicar porque, pero en secreto deseaba que los demás no existieran, quería quedarse solo con ella para siempre.

Ella lo vio trabajando uro para formar ese mundo de sueños y se entusiasmo con la idea, pensó que debían incluir a Eus y trabajar los tres para realizar el sueño de Madrepadre, lo llamo y juntos se pusieron a crear los mares. Al cabo de un tiempo, los cielos y los mares que nunca se tocan estaban hechos, Eus y Nera se escondían entre ellos para admirar lo que habían creado, se escondían de Sandalpon, que desde fuera de la esfera la buscaba a ella.

Escondidos, inocentes, compartían ideas, notaban que sentían parecido en muchos aspectos... y decidieron crear vida, una vida nueva, parecida a ellos pero distinta, una vida para cubrir la superficie de su mundo, pero se dieron cuenta que les seria mas difícil de lo que le fue a Madrepadre, igualmente, siguieron adelante con la idea, entonces se hizo la luz.

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