Hambre de perros (2/2)

(Antes de empezar a leer, pongan PLAY)

Entonces giro el picaporte y veo que no tiene llave, la puerta se abre, aplaudo fuerte en la entrada para llamar la atención, los ladridos paran. Dentro de la casa hay una sala de estar, se ve un pasillo y al final un patio donde da el sol. El resplandor no me deja ver otra cosa que el patio del fondo, donde se ve una escalera de material que da a la terraza por donde veo bajar al perro petiso y oscuro. Se para al pie y me mira, yo, desde la entrada le hago señas para que venga conmigo.

No tengo intensiones de llevarmelo, pero en la calle va a estar mejor que ahí A una cuadra vive un croto, se pueden quedar con el o puedo avisar al hogar improvisado que funciona en Nicasio Oroño y la vía, pero el perro idiota no viene.

De impaciente voy a buscar al animal de apariencia débil para sacarlo a la rastra del patio a la calle, confiado en que el otro me siga. Cuando termino de cruzar el pasillo, la puerta de entrada se cierra de golpe, giro para ver si hay alguien, pero el hilo de luz del patio no me deja ver, entonces siento un gruñido.

El perro oscuro de cara débil y triste ahora me esta gruñendo mientras se encoje. Trato de tranquilizarlo con la voz, pero con toda velocidad salta a mi entrepierna, por reflejo trato de cubrirme con las manos pero soy mas lento que el, alcanzo a agarrarle el hocico para que no me clave los dientes. Cuando siento que lo puedo dominar, de mi costado derecho salta el perro claro y me agarra del cuello, me tira al piso, no pedo pelear con los dos. Me tienen agarrado, el oscuro me desgarra los pantalones y la carne, el claro me desgarra el cuello, los dos agitan la cabeza con violencia mientras me tienen agarrado con los dientes, tato de pegarles pero solo los ayuda a desgarrarme, quiero gritar pero me sale un chillido ahogado, quiero vivir y pelear, el estado de shock no me deja pensar, solamente quiero arrancármelos y salir corriendo, pero tengo una herida mortal en mi cuello y otra en la ingle.

No pienso en eso, no puedo pensar, tengo que sacarme los perros de encima, aunque ya no puedo ni mover las manos, siente ardor en las heridas y liquido caliente que me chorrea por todo el cuerpo. Estoy sin fuerzas, apenas respiro. El corazón que me latía con ganas de reventarme el pecho, ahora estaba apenas perceptible. La conmoción pasa, ahora entiendo, estoy desangrado, estoy por morir. Siento el resoplido de respiración agitada de los perros alrededor de mi cabeza, se miran con satisfacción, con la lengua afuera y me chorrean saliva y sangre en la cara

Ya no tengo sensación de nada, solo frío, mi mente sigue tratando de ver como puedo salir de ahí, quiero moverme y no puedo, estoy perdido pero no lo reconozco Los perros me empiezan a arrastrar, tato de agarrarme del marco de una puerta en un último reflejo de rebeldía, pero el perro claro enseguida me muerde los dedos.

Me arrastran hasta un sótano y me dejan sobre un piso de piedra, mi cabeza cae de costado, veo huesos, ropa, zapatos, anteojos y cráneos.

Y no veo nada mas.