Historia de un abandono XCMIII

Capítulo final.



Ya estaba todo dicho, yo ahora en su vida ocupaba un mísero y lastimero segundo lugar, los días habían pasado y nuestra relación había degradado a un contacto telefónico ocasional y la abstinencia ya no me dejaba pensar bien. Me encontraba obsesionado con ella, su risa y su cara eran lo ultimo en que pensaba antes de dormirme, su olor y sus caricias eran lo que me ayudaban a levantarme cada mañana, cosa que hacia con la ilusión de que ese día la volvería a ver, y al final todas mis esperanzas se veían arruinadas por la intrusión de un imbecil, un pobre idiota que nunca podía llegar a entenderla de la manera que yo la entendí y nunca pudo conectar con ella de la manera que yo lo hice... el mequetrefe, la prueba viviente de algunos días el sol puede brillar hasta en el culo de un perro, que estupido, nunca entendió nada, ¿o el que no entendió nada fui yo?.
Tres días habían pasado desde su primer salida con Meque (mequetrefe), habíamos hablado pero no nos habíamos visto, le dije que la extrañaba y me dijo que también lo hacia, que quería que nos viéramos, yo acepte, con tal de pasar cinco minutos con ella aceptaba cualquier cosa, pero para mi sorpresa, la charla ya no fue la misma, fue forzada, llena de pausas, ambos tratando de esquivar temas, sin abrazos, sin caricias, como si la amargura dentro mío infectara todo a mi alrededor y decidí tragármela, tragarme todos los malos sentimientos que pudieran afectar mis pequeños encuentros con ella, fue para peor, ahora ella quería que lo conozca.
Lo conocí, lo hice sentir como un pelotudo, se la aguanto como un señor, ya de movida lo espere, la miraba a ella desde enfrente cuando se iba a encontrar con el, lo adivine venir, no lo conocía pero sabia que era el y lo afane, lo metí en el garaje de un telo y le dije que me diera toda la guita o lo iba a hacer mierda, pudo ver la bronca en mis ojos, le tenia muchísima bronca, me dio la billetera sin chistar y se fue a encontrarse con ella, y después aparecí yo y la salude, a el lo ignore olímpicamente pero sabia que me estaba mirando con sorpresa, no entendía que pasaba, riendo le devolví la billetera y le dije que estaba en "mi barrio", ahí conmigo no tenia que tener miedo y le conté a ella lo que había hecho, se rió, el se rió de compromiso, se notaba que no le había gustado un carajo, y yo me regodeaba en mi crapulencia, ridiculicé sus chistes, pormenorice sus comentarios con sarcasmo y acrecentaba las diferencias que había en ellos dos, cualquier otra persona me hubiera cagado a trompadas, era lo que yo estaba buscando, pero el tontito se la aguanto como si no tuviera pelotas durante tres horas y se fue solo, ella se quedo conmigo, se había dado cuenta de lo que había hecho y le había gustado, le había gustado que peleara por ella o por lo menos haya tenido la intención, ese día volví a tratar de besarla, me corrió la cara otra vez, pero hubo una duda de parte de ella, no me corrió la cara totalmente, me dejo besarla pero no un beso de lleno en los labios, me dio sus comisuras, de ahí me fui para su cuello y para su oreja, la sentía entregada, ella me acariciaba el pelo y yo la acariciaba a ella, me detuve y puso mis labios al alcance de los suyos, la decisión era solo de ella, todo lo que tenia que hacer era inclinarse un poco hacia adelante, yo sabia que todo lo que necesitaba para que fuéramos felices juntos era solo un beso, lo sentía bien adentro de mi ser, ella se quedo inmóvil, note sus dudas, quería, pero algo no la dejaba, abrió los ojos y me dijo, -Acompañame a casa-.

Ya sabia que tenia que hacer, necesitaba mostrarle que no había nadie en la tierra mejor que yo para ella, nadie la iba a querer tanto como yo, nadie la iba a cuidar tanto como yo y me puse una fecha limite para hacerlo, el día de su cumpleaños.

A ella le encantaba "Lo que me costo el Amor de Laura" de Dolina, yo lo tenia en casa y lo habíamos escuchado un par de veces, como si fuera profético, ese iba a ser mi regalo, pero me entere por ella que "El meque" se lo había prometido, necesitaba algo mejor, algo que solo yo le podía dar, pero ¿que?. Fue casi un acto al azar, mientras caminaba con una amiga vi a Cerati en la tapa de una revista, no recuerdo si era la Rolling Stone, mi amiga me dijo que le gustaba, yo le dije que era un mediocre, ella me dijo me que iba a estar en una radio que transmitía desde el Alto Palermo, una de esas radios grasunas, no se si era fm 100 u otra parecida, y que tenia ganas de pedirle un autógrafo, entonces todo encajo a la perfección, le dije que si quería la revista yo se la compraba pero ella me tenia que la pagina con la foto que mas le gustara, después se la devolvía, escanee la imagen y la hice estampar en una remera, esa noche tenia una cita con Cerati en el Alto Palermo, me iba a firmar la remera a como de lugar.

Y ahí estaba yo esa tarde casi noche, rodeado de gente que me daba mucha lastima, idolatrando a un personaje que odio, escuchando una radio horrible, en un lugar que no es de mi agrado, todo adornado con una banda sonora de Diego Torres y el infaltable Luismi, me puse charlar con uno de seguridad para tratar de hacer las averiguaciones pertinentes, el programa ya había empezado lo estaban anunciando y el tipejo no aparecía, yo estaba en el primer piso, de repente gritos, se abren las puertas de planta baja y entra el tipo este, ¡NI SIQUIERA SALUDO A LA GENTE QUE GRITABA POR EL ARRIBA!, el tenia todo el piso despejado y se metió en un ascensor chiquito que daba directo al estudio de radio vidriado desde el cual se veía todo, le preguntaban no se que cosa, yo no sabia si estaba si el había sacado un disco o que se yo, no me importaba, entonces se me prende un tipo y me empieza a dar charla me di cuenta que tenia un ligero retrazo mental, me dijo, -Le voy a pedir un autógrafo a Cerati para mi novia... bah... ella no sabe que es mi novia todavía-, le dije, -Caballero estoy en la misma situación-, ahora lo cuento y me da un poco de vergüenza, el tipo me hablaba, el programa seguía, la música aburría, porque ahora habían cambiado a Luismi por Cerati, cuando de repente termina el programa, el tipejo se despide de la radio audiencia y sale, va hasta la planta baja (todavía no dejaban bajar a ninguno de los que estábamos en el primer piso) donde se planta en el medio, nos mira, se lleva las manos a la boca y tira un beso falso abriendo grandes los brazos, se pega media vuelta y se las toma, arriba cientos de pendej@s con papelitos y anotadores se revolucionaban, yo agarre mi remera doblada sobre un cartoncito y baje corriendo, no lo seguí por la salida que el salio como hizo todo el mundo, salí por la que tenia mas cerca, menos congestionada, corrí hacia donde el había salido, no fue para Santa fe sino para el otro lado, cruzando vi un auto con dos personas paradas mirando la multitud y me dije, -Estos lo vienen a buscar al nabo-, sobrepase la multitud, lo sobrepase a el y llegue al auto, Cerati caminaba rodeado de gente de seguridad, cuando llega a la esquina, ¡cruza mal!, se mete entre el trafico y la gente de seguridad se queda esperando el semáforo, llega hasta el auto y salto, empujo al tipo que le sostenía la puerta, le bloqueo el ingreso al auto, le extiendo la remera doblada, y con vos desesperada grito (para que se oiga entre el trafico y los alaridos), -Por favor Gustavo, es para una chica queee... ESTA EN EL HOSPITAL-, lo miraba de arriba, es mas bajo que yo, si quería lo podía zamarrear para todos lados hasta que me cagaran a patadas los de seguridad, tenia anteojos obscuros, Luca decía que detrás de un anteojo oscuro hay un boludo, yo digo que un tipo que usa anteojos obscuros de noche es un gil que necesita llamar la atención, pensar en eso me puso contento, corta el semáforo y empieza a cruzar todo el malon, ahora es a todo o nada, ya me habían visto los de seguridad, los veía con el rabillo del ojo, Cerati me manotea la remera y el marcador, lo dejo subir al auto y el me firma, baja la ventanilla y antes de dármela la abre y la mira, ve su foto, me mira y mientras me sonríe me levanta el pulgar, -Dale forro, dame la remera- tenia ganas de gritarle, cuando bajo la ventanilla el auto se inundo de una catarata de brazos con biromes y papelitos, curiosamente no vi ningún disco, cosa que habría llevado yo si el autógrafo fuera para mi, saque mi remera autografiada y me fui lleno de adrenalina a tomar el bondi, tenia el regalo perfecto para ella.

había hecho una reunión en su casa con motivo de su cumpleaños, había invitado a muchos amigos de la facultad y a familiares, llegue tarde a propósito, con la remera envuelta debidamente y un ramo de flores, unas que vienen violetas y blancas, a ella le gustaban mucho, no se como se llaman, cuando le di mi regalo le dije que era una remera, que no sabia que regalarle porque el otro zapato ya le había prometido el libro de Dolina, ahí me entere que el otro no había conseguido el libro, y me regodee mas todavía, me dijo que me portara bien, que no lo hiciera quedar mal al otro, me había contado que se quejo con ella por como lo había tratado, pollerudo de mierda. No había abierto mi regalo, lo había puesto con el montón, no me dio mucha bola esa noche, estaba repartida entre los amigos y la familia, note que ningún amigo había oído hablar de mi, yo sabia algunas cosas de muchos de ellos, ella me contaba cuando charlábamos, estuve deambulando casi todo el tiempo, hasta que cerca de las doce la salude y me fui, me miro con sorpresa, pensó que me iba a quedar hasta tarde.

Para mi ya estaba todo cerrado, necesitaba seguir con otra cosa, no quería sacarla de mi mente pero tenia que hacerlo, no quería estar mas en esa situación bipolar de no saber para que lado salir corriendo, no quería darle a elegir entre yo u otro, todo aquel que trata de forzar a otro en esa situación es porque ya esta perdido, ¿ya la había perdido?, ¿fue acaso lo nuestro, como el fuego prendido sobre un papel, que se desvaneció al terminarse el combustible?, ¿hubo algo nuestro?, quiero pensar que si, que ella en algún momento me quiso y vio que yo la quería tanto que se asusto de no poder corresponderme, eso me gusta pensar, la verdad es que no tengo la menor idea de que pudo haber pasado.

Cerca de las dos de la mañana suena el teléfono, era ella, me llamaba llorando, -¿De donde sacaste esa remera?-, -¿Te gusto?-, le pregunte, -Claro que me gusto, hijo de puta, ¿porque sos así?-, hice una pausa mientras pensaba mis palabras, y le dije, -Porque estoy enamorado de vos... estoy enamorado desde el primer día que te vi.- no dijo nada y siguió llorando, le dije que no lo haga, que tenia que estar contenta, era su cumpleaños, me dijo que cuando abrió mi regalo hecho a la poca gente que quedaba en su casa y empezó a caminar, ahora estaba a cuatro cuadras de la mía, le dije que me espere y la fui buscar, cuando me vio vino corriendo hasta mi y me abrazo con fuerza, me hizo pensar en cuanto me hacían falta sus abrazos, me dijo que volviéramos a mi casa y fuimos, me dijo que la paz que sentía cuando dormía en mis brazos no se comparaba con nada, nunca antes me lo había dicho. En mi casa me beso, sin ningún aviso, me tomo de la cabeza y la llevo hacia abajo mientras ella se estiraba para arriba, junto sus labios con los míos suavemente y me beso, yo no sabia que hacer, aquello que había añorado tanto tiempo ahora estaba disponible para mi, era un sueño hecho realidad, y la bese de vuelta, y fue hermoso, me pidió que nos acostáramos juntos, pero todavía no quería hacer nada, le dije que no tenia ningún apuro, teníamos todo el tiempo del mundo, ahí estaban de vuelta sus boxers. Nos besamos un buen rato, abrazados y acostados, por mucho que intentara esos boxers no se iban a ninguna parte y le respete eso, ya estaba conmigo, podía esperarla hasta el fin de los tiempos, después seguimos hablando un rato hasta ella se durmió, me costo mucho dormirme después de eso, pero tenerla abrazada a mi me tranquilizaba mucho, siempre lo hizo.

Al otro día nos despertamos casi al mismo tiempo, me dijo que tenia que hacer algo, que después me llamaba, nos vestimos y baje a abrirle la puerta, nos volvimos a besar en la parada del colectivo, le acaricie el pelo y le dije que la quería, nunca mas la volví a ver.

La llame varias veces y la madre me decía que no estaba, la espere afuera de la casa varias veces, la espera afuera del Prilidiano Pueyrredon varias veces, pero nunca mas la encontré, me cruce a propósito con la madre después de un tiempo, me dijo que se había mudado, que no tenia teléfono, le dije que estaba bien, que por favor le diga que la extrañaba y que me llamara, pero ella nunca lo hizo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué impotencia te dan esas personas misteriosas que tienen todo guardado, amordazado ahí adentro y no pueden dartelo, que fácil creer que uno puede ser el salvador, que podrá sacar afuera ese tesoro y disfrutarlo, no?.

Una gran historia Thotilita.

abrazo gigante!

Pd: estaría bueno que ella lo lea...

Anónimo dijo...

Querido Thotila, leer su historia hizo que mi corazón galope más rápido de lo normal, me conmovió... Gracias por compartirla con su público. Y mientras leía pensaba qué afortunados somos los que tuvimos la oportunidad de vivir ESA UNICA HISTORIA, a mí me gusta llamarla “historia bisagra”, que marca un antes y un después en la vida de uno… Pensar que hay personas que pasan toda una vida sin toparse con EL amor de su vida… Un abrazo, mi amigo

Thotila dijo...

Y como esas tengo un monton de historias mas, je je, pero va a pasra un tiempo largo antes de que ponga otra parcida.
Me alegra que les haya gustado, me hubiera encantado ponerle un final mejor, pero no lo tuvo.
Querida Maria Eugenia, serlo es tan facil como el otro te lo permita, no se si estaria bueno que ella lo lea... solamente quisiera saber si ahora es feliz dondequiera que este, no la olvide pero me sobrepuse.
Vecina ciberespacial Lisa, definitivamente fue una historia bisagra, pero viendolo ahora a la distancia no creo que haya sido EL amor de mi vida, si me hubiera gustado saber hasta donde podriamos haber llegado.

Cariños virtuales a las dos, me alegra mucho haberlas encontrado.

Anónimo dijo...

Mejor aún entonces si cree que no fue EL sino UN gran amor en su vida! Lo mismo siento y digo: contenta de habernos encontrado :)

Anónimo dijo...

MIRE USTED, SOLO DOS PERSONAS ME LLAMAN POR MI NOMBRE COMPLETO, MI MADRE PARA MOSTRAR SU DESCONTENTO CONMIGO Y AHORA USTED, DEMOSTRANDO TODO LO CONTRARIO!!!

un gusto, como siempre...

Thotila dijo...

Me gusta Maria Eugenia, la llamo asi porque me imagino que todo el mundo le dice Euge, es mi manera de diferenciarme... me hiciste reir.
Directamente no creo en EL gran amor estimada Lisa, es mi parecer que a la larga todas las pasiones se desvanecen, aunque siceramente, espero estar equivocado.