Vacaciones vacaciones II (parte 3)

A lo mejor fue culpa mía, a veces me emociono mas de la cuenta cuando no debo, mas cuando estoy en presencia de mujeres que me resultan agradables y simpáticas, no estoy del todo seguro sobre que pude haber hecho para cambiar el desenlace de esta historia, claro esta, si es que este podía ser cambiado, el asunto fue el siguiente.

Ya eran cerca de las diez de la noche, ella se había despertado hacia rato y había sacado la ropa del bolso, su hermana preparaba la comida y yo evaluaba y planificaba mentalmente la manera mas sencilla y eficiente de encarar el trabajo que tenia delante, y que solamente comenzaría (yo iba a estar solamente mis dos semanas de vacaciones) pero que ellas tendrían que seguir solas. Mientras comíamos, nos poníamos de acuerdo en la distribución de tareas, el sabor acartonado de las milanesas de soja que nos servían de cena esa noche me convencieron de hacer de cocinero de ahí en adelante, mejor dicho, tratar por todos los medos posibles que ninguna de las dos se acercara a la cocina, dos chicas bien, que habían sido servidas toda la vida, no se llevaban bien con mi gusto por comer bien, no es que sea gran cocinero, pero se preparar gran variedad de platos, salvando el hecho de que soy un carnívoro consumado, si no se mata un bicho, se le limpia el culo y se lo pone en un plato, para mi no es comida, ellas no eran vegetarianas, pero estaban en la onda de la comida "sana", para mi, si no es rico, no puede ser sano, lo que sea que sano signifique.

Había que comprar fertilizante, escarbar la tierra bastante, hacer surcos, varias cosas de trabajo pesado propias de la agricultura. No tuve ningún problema en hacer la mayor parte, me gusta trabajar con las manos, ellas ayudaban en lo que podían, pero me gustaba mas verlas tomar sol y que se ocuparan de mis necesidades, preguntándome si tenia sed o hambre, o si estaba cansado. Yo estaba en una diatriba enorme, quería arrimar fichas con alguna, pero, ¿con cual?, con la hermana había buen trato, nos llevábamos muy bien, pero no haba "feeling", era una relación aséptica, distante, en cambio con ella la cosa era distinta, entre nosotros había mucho mimo, mucha caricia, abrazo y besos inocentes, tenia que ser con ella, solamente tenia que encontrar el momento adecuado.

Decir cosas mitad en serio y mitad en chiste es un gran alivio para mi, si la otra persona se toma las cosas en bien, la cosa va en serio, si lo toma a mal, fue en chiste, así hice la segunda noche, mientras estábamos ella y yo en el sillón que me servía de cama, charlando, hasta que la vi bostezar, -¡Tenes sueño!- le dije cargándola como a una nena, -Si, me voy a acostar- me dijo sonriendo, entonces en un arrebato, cambiando el tomo de voz a uno mas meloso le dije -Quedate acá a dormir conmigo-, me miro a los ojos sonriendo, pensó un rato... y me dijo que no, me agarro la cabeza y me beso la frente en un beso largo y tierno, se despidió y se fue a acostar, de alguna manera, me quede conforme, la idea estaba en el aire, solamente tenia que esperar un poco mas, estaba seguro, me acosté a dormir muy cansado y con una sonrisa. Nada de lo que paso hasta ese momento me preparo para lo que pasaría al día siguiente.

2 comentarios:

Gran Lady dijo...

Me encantó su uso del chiste como "arma de doble filo": si sale bien, era en serio, si sale mal es un chiste. Y no puedo esperar a leer la segunda parte de la historia.

Thotila dijo...

Si, la verdad es que en el mundo real soy muy timido, practicamente carezco de "modo imperativo", para mi todo es sugerencia y broma. Estem... la CUARTA parte dira usted... deme unos dias, tambien quiero seguir con "el livio del aspero adios" y ademas quiero empezar otra anecdota mas heavy, para que no anden diciendo por ahi que soy un meloso vio.
Hago esto por consejo de Roberto Bolaño, que dijo que "los cuentos hay que escribirlos de 3 en 3".

Saludos