Sueños, sueños son... (I parte 2-1)

(es necesario leer la primera parte)

No puedo decir con exactitud cuanto tiempo estuve obsesionado con aquel sueño. El patio, la voz, la entrada, el murciélago.
¿Que habría detrás de esa puerta? ¿Que era ese bicho repulsivo, que con su mera presencia alejaba mi voluntad de mis músculos? ¿Existirá ese lugar tan precioso en la realidad?
Examiné al detalle las fotos durante días El pasto, el murciélago, están en algún lugar cuya única entrada se ubica en mi inconsciente.
Me decidí en juntar todas las piezas, reconstruir ese sueño como un rompecabezas empezando por Marga, la chica de la voz.
Freud decía que los sueños son realizaciones de deseos, tal vez tenga razón A lo mejor, sin darme cuenta deseaba estar con ella desde el momento que la vi. En cambio Gestalt aconsejaba traer el sueño al presente, vivirlo conscientemente, afrontar los temores, retomar las emociones y explorar los prejuicios. Hasta no volver a verla, no voy a poder enfrentar a ese murciélago, la representación de mi miedos y mis frustraciones.
Hablo con los chicos de la banda, les pregunto por ella. Me dicen como encontrarla y me dicen que tenga cuidado. Ella es la oveja descarriada de una familia de plata vinculada con la política. El padre es un empresario influyente que no duda en mandar gente a apretar “indeseables”. Por supuesto, les agradezco los consejos, pero no les hago caso.
Los recuerdos se almacenan minuciosamente en el cerebro dentro de cadenas de ARN. Estas cadenas mantienen el orden y la relación dentro del espacio temporal comprensible para nosotros, es decir, el paso a paso. Yo planto una semilla, la riego, el pasto crece. Ese encadenamiento de sucesos se mantiene en el mismo oren en el ARN. Cuando la consciencia descansa, las cadenas flotan libres dentro del liquido cefalorraquídeo y se asocian al azar, produciendo un sueño. La puerta de la casa de la tía, en el departamento que viva de chico, dentro del ambiente se huele la comida que hacia mi abuela. Eso es un sueño, cadenas de ARN flotando a la deriva en un mar de inconsciencia.
Hable con Marga, no le conté del sueño. Quedamos en vernos en su casa, iba a mostrarle las fotos de aquel día cuando tocaron nuestros amigos y nos conocimos.
Cuando fui a su casa me recibió el padre. Un viejo amargado que tenia cara de estar forrado en plata. Me miraba con desprecio, como si fuera un obstaculo, no insalvable, pero molesto Viejo de mierda.
Me hizo pasar al living, me ofreció asiento y se sentó del otro lado de la sala a escrutarme hasta que por fin llego Marga. Nos pusimos a charlar y ver las fotos mientras el viejo seguía sentado ahí, como si yo fuera algo que si no se vigilaba, podia ponerme a fornicar con su hija en el medio del living. Igualmente, parecía estar mas preocupado porque pudiera manchar el mobiliario mas que por mancillar la honra de su retoño.
Ella se portaba terriblemente seca conmigo. Mientras hablábamos miraba de reojo a su padre para comprobar que seguía ahí. Finalmente me invito a pasear por el jardín de la casa.
Vivía en un caserón enorme de tres plantas, lleno de pasillos y habitaciones. Si me preguntan, demasiado grande para que vivan unicamente un viejo amargado con su hija.
Dejamos al hombre sentado en su sillón y ella se convirtio en la chica que había conocido la otra noche, simpática, alegre. Note el cambio brusco en su conducta pero no le dije nada para no avergonzarla, fue entonces que llegamos a su jardin.
Tenia una fuente inmensa en el medio, fue lo primero que me llamo la atención. Estaba cercado por ligustrinas de la altura de un adulto y dividido en cinco partes por caminos de piedra que convergían en la fuente y dividían el suelo en cinco partes iguales. Y el césped... el césped era el mismo de mi sueño.

2 comentarios:

Viejex dijo...

Sospecho que el viejo no te cayó bien.

Hoy me levanté así, perspicaz...

Thotila dijo...

¿Como anda estimado? Usted es un hombre al que no se le puede ocultar nada.

Saludos.