Agua adentro (parte final)

PRIMERA PARTE ACA

Quisiera, si no es abusar del tiempo del lector, contar el viaje en subte y lo que sucedió después, cuando todavía pensaba en aquella chica que vi caminar bajo la lluvia, que ya no tendrá presencia física, pero la llevaré en mi mente, y así poder llevar esta historia a buen término.
Pese a que la ciudad es grande, la gran mayoría de mis amigos y conocidos, o viven cerca de mi barrio, o trabajan cerca de donde yo trabajo.  Sin embargo cruzarse con alguno de ellos es extrañamente dificil, de ahi mi sorpresa cuando me acomodo dentro del vagón y siento una voz familiar que habla por teléfono.  Ahi estaba Guillermo intercambiando información con la gente de su trabajo.  Es músico, pero trabaja para un despachante de aduana, hace por lo menos dos años que no hablo con el.
-Dejate de mentir, delincuente- me puse a gritarle en el tren lleno, todavía no me había visto pero se hizo cargo enseguida.  Me vió y me saludó afectuosamente.  Terminados los "Que´acé!, todo bien?, todo tranqui?" de rigor aprovecho para preguntarle -¿Y la banda como va?- entonces cambio la expresión sonriente que usaba todo el tiempo y paso a la otra, la de preocupación.  Guillermo tiene 2 expresiones faciales, todo el tiempo usa la sonriente, con esa cae simpático en todos lados; la otra, la de preocupación, la usa en muy pocas ocasiones.  Yo siento que el verdadero Guillermo es el de la preocupación, es la cara que usa cuando dice algo que verdaderamente siente o cuando algo sinceramente no le gusta.  Me mira fijo y su voz pierde fuerza, empieza a hablar despacio y claro, yo apenas lo escucho con el quilombo del subte, -No, deje la banda.  Vos no sabias nada claro, la deje en Junio. -Mira vos, yo no veo a ninguno de ustedes hace un monton- le dije.  -Si, claro.  Te saca mucho tiempo el tema de los ensayos viste, yo ahora estoy estudiando a full, estoy con el laburo a full-, me comentaba y hacia gestos con las manos reafirmando las partes importantes.  Yo solamente movía la cabeza y decía "claro", "si", y el seguía, -Igual ta todo bien con ellos, hace once años que tocamos, viste?. Con ellos la mejor.  Lo escuchaba sin mucha gana.  No me contaba que le había pasado, se estaba convenciendo a si mismo de su decisión, que aunque correcta, fue muy dura para el y quizás tendría que haberla tomado hace años. Para Guillermo, también llovía.
En cierto modo me alegré por el, los cortes abruptos en la vida nos fortalecen, nos hacen crecer; sentí que el necesitaba ese paso.  Yo lo escuchaba pero pensaba en esa diosa del agua, esa chica que caminaba debajo de la lluvia, empapada y alegre.  Cuando terminó con sus reafirmaciones me pregunto que andaba haciendo, le dije que no mucho, que el trabajo, que esto o aquello, y le conté de la mina que caminaba con la campera hecha un bollo mientras se mojaba.  La cara de Guillermo volvió a cambiar a la sonrisa, su verdadero ser fue a esconderse y lo perdí.  Me indagó sobre si estaba buena, si le había dicho algo, si tenía buen culo.  No entendía lo que yo trataba de decirle; a pesar de ser muy buen chabón, no entiende momentos como el de hace un rato abajo del agua.  La gente como él, con demasiadas caras, no entiende muchas cosas que se dicen sin hablar; gestos ínfimos que muchos ven como gritos de ayuda o desesperados llamados de atención, a él le pasan desapercibidos.  Lo salude, me baje en cualquier estación y empece a caminar, ya no volvería a la oficina, ya no iba a ver a ningún cliente ni a entregar ningún sobre.  Seguía lloviendo.
Había algo en común que tenía con Guillermo y hace tiempo se perdió.  El corre cuando viene la tormenta, todas las personas lo hacen.  Yo deje de correr cuando entendí que a ciertas cosas no se les puede escapar.  Un chaparrón, la soledad, anteponer la propia ambición y sentirse un traidor, el agua siempre nos termina igualando a todos; excepto a la chica que ocupó mis pensamientos desde la tarde temprana.  Ella no es un ser humano normal, es mas que eso, es una divinidad, es una diosa del agua; Ella esta despojada de toda carga y vuela libre por mi mente en la felicidad eterna del mundo conceptual.
Una vez me habían advertido, "tu problema es que vos idealizas mucho".  Eugenia fue esa voz consciente que no llegue a comprender hasta ahora.  Quizás esa sea la causa de esta lluvia.  Quizás por eso, ella y yo nunca nos entendimos.
Eugenia quería sentirse de ese modo, tenia con que, pero no lo hacía.  Algo le impedía apreciarse enteramente resultando una actitud fingida, no por eso, menos deliciosa.  "Me gustaría mojarme mas con la lluvia" repetía a veces, pero cuando se mojaba forzaba su cabeza a mirar para arriba mientras trataba de esconderse en si misma; la clave para entenderla es esa palabra, "forzaba", vivía convenciéndose de ideas ajenas.  Ella entendía la magia, trataba de reproducirla pero eso no se puede hacer, es algo natural e inconsciente que pasa, como un enamoramiento.  Sin embargo ese "algo" que la impulsaba a encajar era lo que yo miraba, era lo que me atraía, la entendí de esa manera en aquel momento y comprendí que quizás, ese algo fuera un ansia infinita, un deseo reprimido por que la lluvia finalmente amaine.  La busque por mucho tiempo hasta que finalmente lo deje de hacer.  En ese momento, en este momento que lo rememoro, caí en cuenta que mis paso, la vida, y la lluvia que habitaba en mi, me habían llevado hasta su barrio y a nunca borrar su número de teléfono.
"Estoy pensando en vos" le mando por mensaje.  "Ey! que haces?" me contesta.  "Estoy cerca de tu casa" le digo.  "Venite", y dejó de llover.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Te podés escapas de muchas cosas de las que hablas.. las soledades, sentirse un traidor, ect.. Mucha gente no corre, también le escapa y disfraza los momentos. Le escapé a la soledad, hasta que entendí que era la única forma de encontrarme. Y cuando lo hice empecé a disfrutar de la lluvia.
Sos un idealista, puede ser.. pero eso de llenarse de utopías marca una diferencia...
Me acordé de una cancíón muy bella "La lluvia cae para todos igual", de Totem.. que dice muho de lo que vos expresas.

"Llueve para todos igual, el pobre se mojó, pero el rico también. Para algunos es la bendición, para otros es un día cruel..."

Un placer leerte!!

Thotila dijo...

Que cosa seria, me hace ruborizar. Muchas gracias.
No escuche ese tema (y creo que es la primera vez que escucho hablar de la banda Totem, la voy a buscar)... al final resulta que no soy nada original...
No, chiste, entendi lo que quiso decir.


Saludos

Lidia Fernandez Budelli dijo...

Bien! Reapareciste. Ya estaba pensando que te habías ido a un monasterio a purgar tus culpas

Thotila dijo...

Culpas? mas? al contrario... Igual, usted ya sabia que esto lo tengo de hace mucho. Nada nuevo bajo el sol de Febrero.

Saludos

Lidia Fernandez Budelli dijo...

Son decires, frases hechas que son tan cómodas y tan mal hacen a lo literario, pero no tengo pretensiones, puedo decir esa y muchas mas frases hechas sin sentir Culpa. Hoy es febrero sin sol