Fiesta en la facultad (pate I)

El llamado me la tarde me había dejado sumamente intrigado.
-Esta noche va a haber una fiesta en la facultad de filosofía y letras, venite que no hay sonido- me dijo Alarico. No lo había visto en mas de trece años, la ultima vez, el era un mocoso de once que venia a casa invitado por mi hermano a jugar video juegos. Ahora es un tipo inmenso, corredor de 200 mts, vegetariano, personal trainer y bajista. Sin embargo yo todavía soy mas alto y tengo mas onda.
-Quien te paso el dato- le pregunto mientras vamos en el auto. -Eurico- me dice y me cambia de tema rápido.
Eurico es el baterista, un pibito de diecinueve que toca demasiado bien para ser tan chico. Igualmente, siempre hay que desconfiar de los bateristas, olvidan la mitad de lo que entienden y la otra mitad la inventan.
Llegamos. Equipo de bajo, equipo de guitara, potencia para voz suficiente para llenar un anfiteatro, 3 micrófonos de vocalista, 2 micrófonos inhalambricos, jirafas, mixer de 4 canales y cantidad de cable suficiente como para darle 2 vueltas a la tierra, lleve todo el arsenal.
Con todos los equipos en la vereda miro la facultad, nunca la había visto. Llena de carteles y pancartas, la gente en la calle, mucha gente en la calle, camionetas cargadas de bancos. Le pregunto a Alarico -¿Esta tomada?-, el no sabe, se asusta. Pero yo tenia ilusión de ser parte de la toma de la facultad.
Adentro me indigne mucho. La primero que se ve al entrar es carteles y pancartas, “Todos somos de Terrabusi”, “Mineros” de allá, “Obreros” de acá, todo al lado de la mugre. Veo las manos de la gente a mi alrededor y son manos de nene. Manos que nunca trabajaron. ¿Esta gente pretende decirle a los demás que hacer o que pensar, y no son capaces de agarrar una escoba. Por supuesto, la escoba es para clases inferiores, las clases superiores son para pensar y decidir.
Estoy adentro en un patio central, y en el centro hay armado un escenario bastante grande, lleno de micrófonos de todo tipo, equipos de todo tipo. Por supuesto todo ridiculizaba excesivamente a los equipos que cargaba yo.
-¿Y ahora?- le pregunto a mi acompañante. -No se, esperemos que llegue Eurico, el sabe- me contesta. Pero yo se, que los bateristas siempre son los últimos en llegar.
No espero por nadie y empiezo a preguntar, ubico a un petiso que supuestamente es el organizador. Lo paro y el tipo me mira con miedo, cambio a mi “voz agradable” -Papi, me dijeron que hacían falta equipos, micrófonos, yo traje”. Mi manera de hablar le devuelve la confianza. -No, tenemos todo- me dice sobrandome, -¿Vos para que venís?-. Si me vuelve a hablar así, lo agarro del cogote y lo estrello contra la pared, se da cuenta. -Mira papa, me dijo un pibe de una banda que...- y me interrumpe, -Ah, si, las bandas van abajo. Habla con el- y me señala un flaco alto. Enseguida me di cuenta que esos dos eran de centro de estudiantes o de algo, eran mas grandes que la mayoría. Es mas, creo que después de mi, no había otra persona de mas edad que ellos dos.
El flaco me contó que abajo iban a tocar bandas (cualquier banda, no importa) arriba iban a estar “Las manos e Fillipi” y habían pedido todo el patio para ellos.
Mientras bajaba aparece Sigerico, el guitarrista, caminando despacio como siempre, tranquilo como siempre. Lo pongo al tanto de la situación.
Abajo hay un tipo bastante grande con una batería y un par de equipos, enseguida me pongo a hablar con el. Es baterista de otra banda pero todavía no llego ninguno de sus compañeros.
Vemos las cosas que tenemos, micrófonos, equipos, cables, mientras Alarico mira y Sigerico va a tantear la situación arriba. Alarico me dice -Este hijo de puta seguro encuentra algo de morfar-.
Llega otra banda, empezamos a intercambiar los pocos datos que tenemos sobre como va a ser la movida. Al rato aparece Sigerico con un vaso de coca y una porción de pastafrola, -Hijo de puta, ¿donde lo sacaste?- le preguntamos. -Me lo dieron arriba- dice como si fuera la cosa mas natural del mundo. Tres personas fueron a buscar algo de comer, sin éxito. La pastafrola había desaparecido.
El asunto era el siguiente: Una banda iba a tocar en un cuarto del fondo, iba a cobrar entrada, ellos tocaban solos. Las demás bandas las querían poner en un pasillo angosto. Lo agarre al flaco y le dije que no. Era muy estrecho y el sonido se iba a hacer una bola imposible. Nos quedamos donde estábamos.
Le empece a tomar bronca al flaco, decidí que esa seria una buena noche para volver a tomar.

2 comentarios:

Zeithgeist dijo...

eso te pasa por hablar con bateristas.
Creeme, yo solía ser batera, y somos una raza bastante desagradable.
XD

Thotila dijo...

Ja ja ja. ¿Que hay para alabar cuando la unica habilidad es golpear cosas huecas con un palo?.
Asi que batera, quien lo hubera dicho... mi jefe era batero tambien (por lo menos asi dice), con eso lo digo todo.

Saludos